domingo, 21 de octubre de 2012

Un treno llamado deseo.


Que me importa Krzysztof Penderecki? Hasta antes de escribir este texto, nada. No es que tuviera algo en contra del polaco;simplemente jamas había escuchado de el. No tenia idea de que en 1960 había compuesto treno a las víctimas de Hiroshima, que a mi juicio esta mas cerca de ser música incidental de una película de fantasmas que de ser un treno -y eso que no tenia idea de lo que significaba un treno, sino hasta que conoci a Penderecki ("canto fúnebre o lamentación por alguna calamidad o desgracia", de acuerdo con la Real Academia)-. De cualquier manera ese treno y el mismo penderecki aparentemente son bastante populares: dicha composición apareció por el final de Children of men, mientras que otras obras del autor musicalizaron The Shining y The Exorcist. Sin embargo el culpable de que a mi vida entrara Penderecki no fue Cuarón ni Kubrick ni el padre Karras; fue Jonny Greenwood.

Mi relación con Jonny, Thom, Ed, Collin y Phill esta en crisis.Hace tiempo que los tipos de Radiohead dejaron de hablarme como solían hacerlo. Juro que me he esforzado por entender su música y darles su lugar. Incluso pague cinco dolares -Cinco!!- por la descarga de In Rainbows, un disco que prácticamente todos los que conozco obtuvieron de una de tres maneras: 1) donando cero dolares con cero centavos, 2) bajando de taringa o 3) Metiendo la llave maya en mi compu y copiandolo. Creo que desde que lo compre lo he escuchado 30 veces y, a pesar de ello, ni aunque mi vida dependiera de ello podría canturrear una canción del disco. No es por ser pesado, pero "under the cover of darkness" de The Strokes lo escuche 20 veces el día que salio y a la segunda oída ya conocía la tonada y algo de la letra.

Porque sigo comprando discos de Radiohead si la música que contiene no me gusta desde hace mas de 8 años? Supongo que es por la misma razón que uno se reúne con los ex-compañeros del colegio y envía solicitudes en Facebook a las muchachas que a uno le gustaban en noveno: aunque en el fondo uno sabe que ya no existe nada en común entre tu y eso que alguna vez significo tanto en tu vida, lo intentas una y otra vez y lo volverías a intentar tanto como fuera necesario con tal de que en algún momento haya un click que, desgraciadamente -y tu lo sabes bien- nunca llegara. Todos se vuelven abogados, papas, empresarios; ellas tendrán hijos, se divorciaran, las engañaron; todos -incluyéndote- conocen mas mundo del que conocían cuando estaban en el cole. Jonny, Thom, Ed, Collin y Phill tambien conocieron mundo. Wikipedia dice que escucharon a Penderecki y Messiaen, a DJ Shadow y Autechre. Tuvieron hijos. Vendieron tantos discos y ganaron mucho dinero que dejo de importarles lo que los demás pensemos. A ellos les interesa Mignus, los "Newspapers Albums" (confieso que todavía no tengo idea de lo que significa ese termino pretencioso), la coreografía del vídeo de "Lotus Flower" y el roble milenario que le da nombre a su disco.

Y no es que no me importe Mignus o Autechre, incluso Penderecki; el problema es que me gusta el Radiohead de "No surprises" y de cuando Thom no cantaba en falsetto todas sus canciones. Me gustaba Radiohead cuando podía tararear sus tonadas. Cuando su música no parecía sacada de un sueño de borrachera de Yoko Ono, mezclado con documental de NatGeo. Me gustaba Radiohead cuando usaban guitarras, hacían vídeos y parecía que les importaba si me importaba.

Ahora me doy cuenta de que Radiohead y yo fuimos por caminos distintos. Y sin embargo en el momento en que en medio de todo esto se aparece un guiño al pasado como "True Love Waits", descubro que todos estos discos que he comprado en los últimos 8 años tienen sentido. Esa canción es el clic que los valida. Es la anécdota de la comida con los ex-compañeros en la que vuelves a sentir algo en común con los demás panzones. Es el coqueteo imperceptible de una cara conocida que te hace sentir de 15 otra vez. Es Penderecki 20 años después diciendo que llevo demasiado lejos su treno y que se dio cuenta de la "cualidad utópica de los tonos prometeicos" (en serio, eso dijo).

Por tanto, que Radiohead saque discos periodiqueros, conceptuales y clavados; yo los comprare con la esperanza de sentir un clic. Después de todo alguien me dijo que el verdadero amor espera.

viernes, 20 de julio de 2012

Colitas pintadas: !Ay Metal eres tan incomprendido!!

"I wanna paint your fuking ass" es una frase que no da pie a múltiples interpretaciones. Tampoco es de gran sutileza. El mensaje es claro; la poesía poca (aunque si talentos de la talla de Ricardo Arjona escribieran en ingles, no quiero imaginar las maravillas que saldrían de tan poco). Quiero pintarte el culo. Es burdo. Es obsceno. Es, por encima de todas las cosas, incoherente. Casi tan incoherente como el titulo de la canción de donde se desprende tal máxima de la lírica de la humanidad: "Blasteroid" (algo así como un destellateroide, si es que tal cosa existiera), de la banda estadounidense de heavy metal, Mastodon.

Para ser justos, "Blasteroid" es mucho mas que un cuento de culos pintados. De entrada el inicio de esta melodía son los 43 segundos mas pop en toda la discografía de los Mastodon a la fecha. No es sino hasta después de eso que la verdadera naturaleza de la canción brota con un coro casi ladrado,  como si Troy Sanders y Brent Hinds -bajista y guitarrista respectivamente- hubieran levantado cuidadosamente un piano con una polea mientras decían: "Despacio, despacio, despacio...", y de súbito lo dejaran caer sobre la cabeza del escucha. El dulzor de la estrofa, seguido de un golpe directo a los oídos lo que hace la canción valga la pena.. Que The Hunter -el disco del que se desprende la canción- valga la pena. Que el metal -sin importar que su primer nombre es black, trash, death o doom- valga la pena.

Explicar porque alguien se siente atraído al metal es tan difícil como intentar traducir en un vocablo la palabra Saudade. Es como intentar explicarle a alguien que, por grotesco que suene el concepto y por desagradable que sea el olor que desprende, comerse un hígado encebollado puede ser un manjar. Supongo que así como un profesor de la UCR decía que "la educación se mama", el metal también se mama. Como los portugueses y brasileños y los caboverdianos y y los angoleños que prácticamente nacen sabiendo el significado de Saudade. Como los niños que mastican felizmente hígado encebollado -por grotesco que al resto del mundo le parezca- y lo paladean sin darse cuenta de que alguna vez estuvo procesando no se que porquerías dentro de una vaca. Igualmente el metal es algo que casi se adquiere al nacer. Se hereda de los hermanos, de los amigos, de los padres, de los tíos.. Llega cuando jóvenes a a algunos, ante los ojos azorados de aquellos que nunca escucharon el llamado. Talvez una canción de My Morning Jacket tiene la mejor explicación cuando dice que el metal (se refiere específicamente al black metal) es "una obscuridad que no puedes negar, pero que no tiene lugar en la mente de un adulto. La distorcion se abre lugar ante los ojos sedientos de vivir de los jóvenes... Ay black metal eres tan incomprendido". Sin duda lo es.

Es difícil justificar la madurez del metal cuando los mejores exponentes del genero gritan sandeces que sonarían inmaduras y fuera de lugar incluso si estuviéramos en un colegio dirigido por pandilleros. Claro, no demérito que Mastodon tiene todo un disco dedicado a Moby-Dick, la novela de Herman Melville, o que difícilmente existen longplays tan intrincados y sofisticados como Crack the skye y que The Hunter es uno de mis discos favoritos del 2011. Seguro hay bandas metal que tratan temas de suma importancia en sus canciones. Y que tienen doctorados y condecoraciones. Sin embargo, seamos realistas: el metal no va a cambiar el mundo. No va a iniciar revoluciones. El metal no le importa al mundo entero. De hecho el resto del mundo no se fija en el mensaje dentro de los berridos porque no tolera escucharlo mas de tres segundos.

Imaginemos un tema de la banda Carcass, con sus referencias a secreciones corporales; uno de Revocation, con referencia a muertes grotescas, no-muertos y desolación; uno de los alabados Liturgy con referencia a quien sabe que, o de algún otro grupo metal en que los rugidos son casi tan ininteligibles que resultan mas un instrumento de percusión que una melodía con un mensaje. Seamos sinceros: ¿a que tantos puede interesarle lo que la voz cavernosa diga? ¿Que mas sino maldiciones e improperios puede comunicarse cuando estas -literalmente- destrozandote la garganta a berridos? Después de todo que me dejen pintarle el culo a alguien seria lo mínimo que yo exigiría si estuviera en su lugar.

El metal no se entiende, el resto del mundo no lo entiende...  pero sinceramente a los que nos gusta el Metal nos vale mierda...

PD: realmente  yo soy nuevo en cuanto a metal pero no me podía quedar sin escribir...

sábado, 24 de marzo de 2012

Dolor eterno.

Adonde quiera que volteo, solo encuentro noticias tristes. Veo despidos practicamente a cada semana. Tan pronto cruzo algunas palabras con alguien, me entero de tropiezos, muertes inesperadas, verdaderas tragedias, sueños destrozados, iluciones arrebatadas, carreras truncadas. Pienso en Gary Coleman, en Dennis Hoper, en Gustavo Cerati, en el bajista de Slipknot, en el esposo de Brittany Murphy, en Haiti, en Japon.

Y desgraciadamente para nosotros, los ciudadanos regulares, el drama no se limita a el mundo de los famosos. Nuestros dias tambien se han convertido en una version engrandecida del ya de por si exagerado "Diario Extra". Vemos decapitados, ejecutados, desollados, desmembrados y despichados, a tal grado que solo nos sorprende cuando hay detalles extravagantes o cantidades industriales de victimas. Nuestra semana es una gran trizteza de siete dias.
Lunes de asaltos, Martes de balaceras, Miercoles de secuestros y Jueves de violaciones.
Viernes de muertes inesperadas y sabados y domingos de todos contra todos.

"Everybody Hurts" dijo Michael Stipe (vocalista de R.E.M.) hace tiempo, y vaya que es verdad. Ya nada nos sorprende. Estamos acostumbrados a vivir en un mundo digno de Remi y hasta parece que disfrutamos nuestro dolor.

"Todos sufrimos, pero no estamos solos". Stipe nos cantaba al oido e insistia en hacernos saber que todos lloramos, que todos sufrimos, que no hay razon para dejarnos caer pero, a pesar de la calma con que lo decia, a pesar de su sentida voz y de la paz que transmitian los instrumentos de sus compañeros de R.E.M., no consigo olvidar la tristeza en que esta convertido el ahora. "Sorrow" segundo tema que sale al ponerle play a High Violet, lo mas fresco de la discografia de The National, es posiblemente la mejor descripción que yo haya escuchado de nuestra era. La frase "I dont wanna get over you" ("No quiero sobreponerme a ti") retumba en mi cabeza a diario desde el dia que la escuche por primera vez... Y si eligieramos el masoquismo como estilo de vida?

Para mi el dolor nos encontró desde jovenes. El dolor nos espero y el mismo dolor nos vencio. Pese a lo que pregonaban los ridiculos de Starship, esta ciudad no la construimos con Rock n Roll sino con dolor. Estamos en las garras del sufrimiento, asi que sintamos consideracion por nosotros mismos porque sobreponernos ya no es cuestion de dejar que el tiempo nos haga olvidar y que la herida sane. Simplemente no queremos sobreponernos.

La unica explicacion logica que encuentro para el melodrama que se ha convertido nuestra vida es que todos aguantamos tanto sufrimiento porque queremos creer que, como en las series y películas todo esto nos traera algo bueno al final de temporada. Queremos creer que en algun momento todo dolor se sublimara, se justificara y nos conpensara. Que cada lagrima regresara convertida en oro y en placeres y risa. Que todo accidente sucedio por algo. Sin embargo siempre nos queda la duda. Y si el dolor no es mas que dolor? Si despues de la tristeza no hay nada mas?
Me temo que en el fondo todos sabemos que asi sera. Que no habra fin de temporada. Que no habra final feliz. Que simplemente fuimos parte de la estadistica. Por eso elegimos no sobreponernos; Porque al menos en nuestra cabeza el dolor es una eleccion.

lunes, 27 de febrero de 2012

La verdad de las redes sociales...

Estoy seguro de que a Marty McFly nunca le paso por la cabeza. También estoy seguro de que jamás me paso a mi mientras veía Back to the future. Ni cuando la volví a ver. Varias Veces. Y es que en su momento era algo tan de poco peso que cualquiera con un DeLorean capaz de viajar en el tiempo y un talento básico-intermedio en la Gibson lo habría intentado: treparse al escenario de la graduación y tocar "Johnny B. Goode" antes de que Johnny B. Goode existiera. Así, sin más ni más, Doc Brown le permite a Marty plantarse con toda premeditación frente a una bola de "Desrockanrollizados" y pretender que la canción era suya con una única intención: lucirse.

Nuestras vidas se han convertido en una serie de performance de graduación donde todos somos Marty McFly y buscamos convencer a nuestro público de que somos originales mientras tocamos canciones robadas. Es posible que el escenario ya no exista como tal; sin embargo los escaparates permanecen: Facebook, Twitter y otros son un foro abierto con espectadores cautivos que, por menos que quieran, voltean a ver cualquier estupidez por temor a que los demás no volteen a ver las estupideces propias. Y pretendemos. Que a los demás les interese saber lo que pensamos. Que somos nuestras aspiraciones; sin rebabas, sin defectos, sin malos olores y sin malas intenciones. Que somos interesantes. Que podemos soltar comentarios llenos de seriedad y con mucha pipa y guante del nivel de "Muy interesante selección de fotos de la segunda guerra mundial". Que no somos unos pobres inadaptados que piden cariño a gritos, aunque sea en patéticas redes sociales.

Y seamos sinceros: a todos nos importa un carajo que los demás jueguen Farmville, Mafia Wars o Bejeweled. Nos la suda si alguien la paso increíble el sábado pasado en la fiesta a la que fue. Nos la suda todavía más si está en una relación o no y si su ascendente del horóscopo chino dice que hoy ni un caballo semental le haría "el favor" incluso si su especie dependiera de ello. Nos da pena que demuestren que saben ingles por copy/pastear la letra de una canción de Roxette y que crea que habla catalán porque escribe "Força Barça!!!" cuando juega el equipo de futbol de Barcelona. Su maestría nos tiene sin cuidado y sus comentarios supuestamente ingenio0sos, también. Pueden irse al diablo con sus test, sus regalos y sus "seguidores". Los jueguitos de "me toco tal o cual letra" son lo más patético, penoso y predecible que se ha visto. Que tenga veinte vacas de oro y los huevos de Rasputín en Farmville mas que merecer presumirse, debería darle a entender que talvez sea momento de dejar de criar vacas y preocuparse por algo menos fútil que unos pixeles con forma de huevo.

Y sin embargo, es imposible dejar de leer. Es como ver un atropello. No quieres, pero el morbo va y te gira la cabeza. Es como volverse un espía ruso en las vidas de los otros y escuchar como comen, como tosen, como conversan y como respiran los demás, incluso si sabemos que esa tos pausada, esa voz grave y confidente y esa respiración profunda son completamente falsas y que solo los escuchamos porque ellos quieren que así sea. Ellos quieren que sepamos cuan fabulosa es su vida. Cuan divertido es estar en sus zapatos. Cuan más conocedores y cuan más viajados que nosotros son. Y nosotros, "Desrockanrollizados", olvidamos que lo que nos ponen en frente no es su vida, sino una imitación mediocre y sin imaginación. Pero no de Chuck Berry, sino de una telenovela protagonizada por dos actorcillos cualquiera. Y de ahí las fotos en la playa como símbolo de mejor imposible. Las fotos con su medalla de campeonato de futbol. Las fotos con las tetas casi afuera y cara de zorrona. Disfrutando de un vino. Mirando al horizonte con semblante pensativo. Aspiraciones de Telenovela Mexicana.

Llámenme abuelo, pero esta vida social me tiene asqueado. Estoy cansado de la era de los egos. Abrir Facebook me da nauseas. Twitter es incluso peor. Pero no pierdo la fe en que algún día entrare a mis perfiles y todos los McFlys habrán desaparecido y solo quedaran Chuck Berrys. O talvez yo me subiré al escenario y cantare: "Go, Johnny, go, go, go!!."

PD: Escrito bajo la influencia de The Beatles....